viernes, 30 de diciembre de 2011

Let it be

Tengo muchas cosas para escribir que siento, pienso y que me pasaron, pero pensando en ellas me di cuenta que la mayoría de las cosas que tengo para contar son bastantes dramáticas.
Eso me llevó a pensar que sí escribía lo que pensaba podía aburrir al lector; entonces comencé a reprimirme de escribir.
Escribía una línea, y la borraba, empezaba otra idea, la borraba, y así varias veces.
No me gustó desistir de contar lo que quería, por que justamente escribo para exteriorizar lo que tengo dentro de mí, y es lo que soy, lo que me tocó, por eso me dejo ser y voy a permitirme contar cuando quiera lo que quiera.
A mí siempre me gustaron los mitos griegos, porque todos son mayormente trágicos, también  Shakespeare, sus obras son las más dramáticas, Van Gogh, que vivío en la pobreza deprimido toda su vida,  si escuchas una ópera muchas de ellas son de amores trágicos, y el tango y sus letras depresivas...etc.
Mi vida no es color de rosas siempre, pero por lo visto en la historia de la humanidad tampoco, ya que el drama y la tragedia ha sido inspiración de muchos.
¿Quien es feliz las veinticuatro horas de día?

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